La cardioversión eléctrica consiste en suministrar una descarga de corriente eléctrica en el tórax para el tratamiento de determinados tipos de taquicardias. El procedimiento se realiza con la asistencia de un anestesiólogo para sedar al paciente durante el mismo. La finalidad de la cardioversión es el restablecimiento del ritmo sinusal normal. Por lo regular, la cardioversión se recomienda para el tratamiento de las taquicardias que no han respondido al tratamiento con antiarrítmicos o que están asociadas a una descompensación circulatoria. La cardioversión eléctrica también es de utilidad para el manejo de la fibrilación auricular, en cuyo caso es necesario la anticoagulación con inhibidores de la vitamina k por lo menos uno a dos meses previos, e idealmente realizar un ecocardiograma transesofágico previo al procedimiento, para minimar al máximo el riesgo de embolias. También en estos casos se puede dar tratamiento previo con antiarrítmicos e inhibidores del sistema renina-angiotensina (ARA II o iECA) para aumentar la posibilidad de éxito.