BIOGRAFÍA
Jesús Alanís Ramírez pionero de la fisiología mexicana, nació en Villa Tepehuanes, Durango, el 29 de enero de 1923. Hijo de Don Abdón Alanís Soto y doña María de Jesús Ramírez. El Dr. Alanís realizó sus estudios secundarios y de bachillerato en el Instituto Juárez de la Universidad de Durango (1936 a 1941) y se graduó de la Escuela Nacional de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México en 1947.
Siendo estudiante de medicina se integró al laboratorio de fisiología y farmacología del Instituto Nacional de Cardiología (1945 a 1946), después, fue becado como investigador de medio tiempo (1947) e investigador ayudante en el mismo departamento (1948) teniendo como mentor y guía al Dr. Arturo Rosenblueth en donde empieza a moldearse su inquietud por abordar problemas de investigación científica.
Por méritos propios obtuvo una beca por los laboratorios Squibb por tres años (1950 a 1953) para perfeccionar su formación en dos prestigiadas universidades de EUA, en donde se desempeñó como investigador e instructor temporal en el Departamento de Farmacología en Pennsylvania University School of Medicine, Philadelphia, Pennsylvania e investigador del Departamento de Biofísica en Johns Hopkins University School of Medicine, Baltimore, Maryland, y posteriormente en Inglaterra como investigador en el Departamento de Fisiología en Cambridge University School of Medicine, Cambridge, UK.
A su regreso a México es nombrado investigador de tiempo completo (1953 a 1960) y jefe del Servicio de Fisiología del Instituto Nacional de Cardiología (1960 a 1976). El Dr. Alanís se mete de lleno en la investigación de la electrofisiología de las células nerviosas – “Effects of Direct Current on Motoneurones. J Physiol 1953; 120:569-78” – y su interés por el sistema de conducción del corazón de los mamíferos se vio reflejado en 1958 cuando logra un descubrimiento científico de gran trascendencia, ya que encuentra que las células del haz de His generan potenciales característicos distintos de los que se obtienen en otras estructuras – “The Electrical Activity of the Bundle of His. J Physiol 1958; 142:127-40” – Su trabajo fue realizado en el corazón aislado y perfundido del perro y gato con el propósito inicial de encontrar una explicación para el intervalo de tiempo largo que pasa entre la activación de la aurícula y el ventrículo. Cuando los electrodos de registro se colocaron en la región del haz de His se registró un potencial intermedio entre los electrogramas auricular y ventricular, el mismo lo llamo “potencial H”, potencial que no se obtuvo cuando los electrodos se colocaron arriba o abajo de esta zona.
Demostró claramente que el potencial H es independiente de los electrogramas auricular y ventricular debido a que este puede no ser precedido por el electrograma auricular, y persiste después de seccionar el haz de His abajo del electrodo explorador. A su vez, consideró que el potencial H subdivide el intervalo A-V en dos subintervalos: A-H y H-V. Pero, no solo registró la actividad del haz de His, sino que caracterizó la respuesta fisiológica a la acetilcolina y a la estimulación auricular a frecuencia creciente: el subintervalo A-H se alargó progresivamente y el subintervalo H-V permaneció constante, la adrenalina los acortó. Demostró en forma inequívoca que los cambios responsables del alargamiento y acortamiento del subintervalo A-H ocurrieron arriba del haz de His, en el nodo A-V.
El registro del haz de His por el Dr. Alanís y el estudio de la conducción AV fue un enorme salto en el futuro de la electrofisiología cardiaca. Esto dio origen a una serie de publicaciones subsecuentes sobre el nodo AV y las fibras de Purkinje – “The H potential and the conduction velocity of the bundle of His. J Physiol 1959; 147:315-24”, “Propagation of impulses through the atrioventricular node. Am J Physiol 1959; 197:1171-74”. El Dr. Alanís y cols. fue de los primeros investigadores que trabajaron sobre las propiedades electrofisiológicas de las “células transicionales” de la unión AV como lo demuestran sus aportaciones científicas – “Action potential from AV node transicional cells. Arch Int Physiol Bioch. 1964; 72:765-75, “Rate and rise of Purkinje and transitional cells action potential and the propagation across the Purkinjemyocardium junction. Jap J Physiol 1970; 20:217-32. – En la década de los años 90s, las células transicionales del nodo AV tuvieron tal relevancia que formaron las bases anatomoelectrofisiológicas en la introducción del procedimiento de ablación de la taquicardia por reentrada nodal AV.
A pesar de la gran importancia de este trabajo, su incorporación al núcleo de los conocimientos básicos de la fisiología de la unión AV no fue inmediata. Sin embargo, dieciocho años después se publica en la prestigiada revista Science por Comroe JH Jr. “Scientific basis for the support of biomedical science. Science 1976; 192:105-11” – en la que se eligen varios centenares de publicaciones importantes para la medicina cardiovascular de acuerdo a su relevancia e impacto, entre 44 publicaciones como las de mayor trascendencia, desde el siglo XVII hasta siglo XX (1976), la de Alanís y colaboradores es una de ellas, así como en la publicación de Surawicz B. “Brief history of cardiac arrhythmias since the end of the nineteenth century. J Cardiovasc Electrophysiol 2003; 14:1365-71”.
Dos años después del trabajo del Dr. Alanís se obtuvieron los primeros registros del has de His en el humano por el grupo francés de Giraud G, y cols. “Variations de potentiel liées a l’activité du systeme de conduction auriculo-ventriculaire chez l’homme. Arch Mal Coeur Vaiss. 1960; 53:757-76”. Con la introducción de la estimulación eléctrica programada del corazón a través de un catéter en 1967 por Philippe Coumel y cols. en Francia – “Tachycardie permanente par ryhtme réciproque. Arch Mal Coeur Vaiss. 1967; 60:1830-64”- y en 1969 con el registro del haz de His por la técnica percutánea con catéter introducida por Sherlag BJ, y cols. en E.U.A – “Catheter technique for recording His bundle activity in man. Circulation 1969; 39:13-8”– se considera el nacimiento de la electrofisiología clínica.
Para recordar al Dr. Jesús Alanís no son necesarias más palabras convincentes ya que resalta su personalidad por sus valores intrínsecos, se trata pues de un valor auténtico, una muestra genuina de lo que es un científico, hombre que confirma aquello de que cuando se trata de un hombre realmente valioso es el hombre quien honra a las instituciones y no estas las que le dan la dimensión al hombre , puesto que debido a su esfuerzo tenaz y a sus conocimientos profundos en las disciplinas fisiológicas, sus trabajos llevaron el nombre de la fisiología de México a foros internacionales y a las páginas de prestigiadas revistas.
Como presidente de la III Reunión Nacional de la naciente Sociedad Mexicana de Electrofisiología y Estimulación Cardiaca (SOMEEC) en Cuernavaca, Mor. (24-26 de enero de 2002) aceptó mi invitación y tuvimos el honor de escuchar su conferencia magistral – “La Actividad Eléctrica del Corazón Revisitada”– sobre el trabajo original del potencial del haz de His, ahí mismo aceptó con orgullo ser nombrarlo el primer Miembro Honorario de nuestra sociedad. El Dr. Alanís murió el 26 de agosto de 2011 en Jiutepec, Mor.